martes, 25 de octubre de 2016

El viajero bajo el resplandor de la luna. Antal Szerb

    Me encontraba sumido en una etapa de sopor literario, en la cual leía entregado, como siempre hago, autores o libros de renombre  que no conseguían hacerme vibrar, que no despertaban en mí ninguna de esas emociones o pensamientos que nos hacen apasionarnos por la literatura. Recordé la recomendación de un amigo: la librería Méndez, junto a la Puerta del Sol. Ya he ido y me ha hecho muy feliz, pero esa es otra historia. Antes, busqué referencias de tan noble establecimiento en la nube y me encontré con algunas gratas sorpresas, entre ellas la recomendación de El viajero bajo el resplandor de la luna, escrito por Antal Szerb y publicado en el año 1937.
    El período de entreguerras fue el escenario en el que este escritor húngaro de raíces judías, a causa de las cuales murió en un campo de concentración, escribió esta estupenda novela. Emplea un lenguaje claro y sencillo y presenta una estructura temporal lineal, pincelada con viajes al pasado en forma de recuerdos del personaje principal, Mihály, un burgués inadaptado que reside en Budapest y que cumple su sueño de viajar a Italia en su luna de miel. Le acompañaremos en un periplo interior en el que se enfrentará a sus contradicciones, sus miedos y sus fantasmas del pasado. Una juventud onírica como convidado en la casa de los Ulpius, hermano y hermana enfrascados en una relación pseudoartística y autodestructiva, marcará la existencia de un hombre en permanente búsqueda y huida de sí mismo. Viajaremos por la geografía transalpina acompañando a Mihály, separado fortuitamente - o no - de su mujer por un tren que se dirige al lugar equivocado, en un descenso a los abismos de la aniquilación del ser social adulto, enmarañados en una apasionante búsqueda de los orígenes deliberadamente olvidados de la psique de un ser humano en permanente contradicción. Un libro embellecido por el humor inteligente de su autor y su natural relación con el lenguaje, que creó hace ochenta años una historia sorprendentemente moderna, en la cual la esposa de Mihály, Erszy, emprende su propio camino en busca de sus raíces psicológicas y emocionales. La acompañaremos hasta París, donde una fémina valiente y segura de sí misma explora los límites de una mujer burguesa con una sinceridad propia de nuestros días. Los amigos de la infancia de Mihály se mueven por la novela en el espacio y en el tiempo, dictando con su presencia o con su recuerdo los pensamientos y debaneos de nuestro protagonista. Janos, Eva, Talmás... pero también nos acompañarán médicos, jóvenes americanas, taberneras, padres y hermanos; figuras surgidas de un mundo aún despreocupado y que tratan de sacar a Mihály de sus abismos con naturalidad y cariño. Personajes sólidamente construidos  que nos sitúan frente a la relación del ser humano con la religión, la amistad, el amor o la muerte.
    Una deliciosa locura transitoria, un paréntesis adolescente y apasionado en la ordenada vida de unos personajes burgueses y desorientados, envuelta en un levísimo romanticismo por la vida mediterránea. Un libro que cautiva por su sencilla belleza y su valentía serena a la hora de explorar el alma humana y que deseamos que no termine jamás.

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